El conflicto entre Rusia y Ucrania y la guerra de Israel contra el grupo terrorista Hamás y otros grupos extremistas han desviado la atención de los conflictos en la región indomediterránea. En Afganistán, los talibanes han tomado el control total del país y han lanzado una ofensiva diplomática para lograr la aceptación internacional. Sin embargo, han privado a la población femenina de sus derechos, impidiéndoles trabajar y estudiar. Las ciudadanas afganas se encuentran confinadas en sus casas, a merced de un régimen que no les otorga ningún derecho, por no hablar de las minorías religiosas que han abandonado el país.