Si bien el sector de la salud en todo el mundo desempeña un papel clave a la hora de poner fin a la práctica abusiva de la mutilación genital femenina y apoyar a las sobrevivientes, en varias regiones la evidencia sugiere lo contrario.
En 2020, se estimó que 52 millones de niñas y mujeres fueron sometidas a la mutilación genital femenina a manos de trabajadores de la salud, lo que supone aproximadamente uno de cada cuatro casos.
"Los trabajadores de la salud deben ser agentes de cambio y no perpetradores de esta práctica nociva.”, dijo la Dra. Pascale Allotey, OMSDirector de Salud Sexual y Reproductiva e Investigación.
Insistió en que la ablación es una “grave violación de los derechos de las niñas” que pone en grave peligro su salud.
La evidencia ha demostrado que la mutilación genital femenina causa daño, independientemente de quién la realice, pero puede ser más peligrosa cuando la realizan trabajadores de la salud, ya que un procedimiento "medicalizado" puede provocar heridas más graves, advirtió la OMS en un comunicado. ambiental el lunes.
Como parte de los esfuerzos en curso para detener la práctica por completo, la agencia de la ONU emitió nuevas directrices instando a una mayor acción por parte de los médicos, los gobiernos y las comunidades locales.
La mutilación genital femenina en retirada
La ablación, que abarca cualquier procedimiento que retire o lesione partes de los genitales femeninos por razones no médicas, también requiere atención médica de alta calidad para quienes sufren sus efectos, dice la OMS.
Desde 1990, la probabilidad de que una niña sea sometida a mutilación genital se ha reducido tres veces., pero Treinta países aún lo practican, poniendo en riesgo a cuatro millones de niñas cada año..
La mutilación genital femenina puede provocar problemas de salud a corto y largo plazo, desde problemas de salud mental hasta riesgos obstétricos y, a veces, la necesidad de reparaciones quirúrgicas.
Las directrices recién publicadas La OMS también sugiere formas de mejorar la atención a los sobrevivientes en las diferentes etapas de sus vidas.
'Líderes de opinión'
Poner fin a esta práctica está dentro de lo posible, y algunos países están encaminándose en esa dirección, afirmó la agencia de salud de la ONU.
"Las investigaciones muestran que los trabajadores de la salud pueden ser líderes de opinión influyentes a la hora de cambiar las actitudes sobre la mutilación genital femenina y desempeñar un papel crucial en su prevención.”, dijo Christina Pallitto, autora principal del estudio y científica de la OMS y del Programa de Reproducción Humana (HRP).
“La participación de médicos, enfermeras y parteras debe ser un elemento clave en la prevención y la respuesta a la mutilación genital femenina, mientras los países buscan poner fin a la práctica y proteger la salud de las mujeres y las niñas”, afirmó.
Los incansables esfuerzos para detener la mutilación genital femenina han llevado a países como Burkina Faso a reducir las tasas entre las jóvenes de 15 a 19 años en un 50 por ciento en las últimas tres décadas.
Asimismo, la prevalencia se redujo en un 35 por ciento en Sierra Leona y en un 30 por ciento en Etiopía, gracias a las medidas y la voluntad política para aplicar las prohibiciones y acelerar la prevención.
La OMS publicó en 2022 un curso de formación en prevención PARA DOS para los trabajadores de salud de atención primaria, para destacar los riesgos de la práctica y capacitarlos para interactuar de manera sensible con las comunidades, teniendo en cuenta la cultura y las perspectivas locales.
“Gracias a esta capacitación, ahora puedo concientizar a las mujeres [sobre la MGF] y persuadirlas sobre las… desventajas”. dijo Un trabajador de la salud durante el lanzamiento.