“Israel ha empleado cada vez más la violencia sexual, reproductiva y otras formas de violencia de género contra los palestinos como parte de un esfuerzo más amplio para socavar su derecho a la autodeterminación”, sostuvo Chris Sidoti de la Comisión de Investigación sobre el Territorio Palestino Ocupado (OPTAR).
'Cada vez más utilizado'
En Ginebra, el abogado de derechos humanos dijo que “la frecuencia, prevalencia y gravedad de los delitos sexuales y de género perpetrados en los TPO llevan a la Comisión a concluir que Israel utiliza cada vez más la violencia sexual y de género como método de guerra para desestabilizar, dominar, oprimir y destruir al pueblo palestino”.
Creada por el Consejo en mayo de 2021, la Comisión tiene el mandato de investigar e informar sobre presuntas violaciones del derecho internacional en los TPO, incluida Jerusalén Oriental, y en Israel.
Ataques terroristas en Israel
Previo (aqui) han cubierto en detalle los ataques terroristas contra pueblos y ciudades israelíes los días 7 y 8 de octubre por parte de combatientes armados palestinos liderados por Hamás, que mataron a alrededor de 1,250 personas y dejaron a más de 250 tomadas como rehenes en Gaza.
La publicación del informe de la Comisión tuvo lugar tras dos días de audiencias públicas celebradas en Ginebra del 11 al 12 de marzo, en las que participaron víctimas y testigos de violencia sexual y reproductiva y personal médico que los ayudó, así como representantes de la sociedad civil, académicos, abogados y expertos médicos.
El Sr. Sidoti dijo que la Comisión había hecho varias solicitudes a las autoridades israelíes para obtener información sobre casos específicos y graves de violencia sexual y de género contra prisioneros palestinos sacados de Gaza.
Pero no se ha facilitado ninguna información sobre los procesamientos de miembros de las fuerzas de seguridad israelíes o de colonos israelíes por violencia sexual cometida desde octubre de 2023, dijo a los periodistas.
Órdenes explícitas y “estímulo implícito”
En una declaración que acompañó la publicación del informe de la Comisión, ésta afirmó que “el desnudamiento y la desnudez pública forzada, el acoso sexual incluidas las amenazas de violación, así como la agresión sexual” eran “procedimientos operativos estándar” de las Fuerzas de Seguridad israelíes hacia los palestinos.
“Otras formas de violencia sexual y de género, incluidas la violación y la violencia genital, se cometieron bajo órdenes explícitas o con el aliento implícito de los principales líderes civiles y militares de Israel”, sostuvo el informe.
Hemos escuchado pruebas —lo habrían escuchado si hubieran visto nuestras audiencias de los últimos dos días— donde hombres y niños fueron obligados a desnudarse total o casi totalmente, es decir, hasta en calzoncillos, y luego los mantuvieron en esa condición, a menudo sentados sobre piedras en el suelo en el frío del invierno hasta por tres días.
Embriones destruidos
La Comisión también afirmó que las fuerzas israelíes habían destruido sistemáticamente instalaciones de atención de salud sexual y reproductiva en toda Gaza, incluida la clínica de fertilidad más grande de Gaza, el centro Al Basma, en diciembre de 2023.
Los bombardeos de los tanques destruyeron unos 4,000 embriones en la clínica que, según se informa, asistía a entre 2,000 y 3,000 pacientes al mes.
“Existe la duda de si quienes dispararon el proyectil del tanque —ya que nuestra conclusión es que fue destruido por un proyectil de tanque— sabían en ese momento que se trataba de una clínica de fertilidad”, dijo Sidoti.
Pero, sin duda, sus comandantes sabían, y habrían sabido, que había tanques operando en esa zona y disparando contra edificios y un centro de salud claramente identificado.
El informe de la Comisión concluye que la destrucción equivale “a dos categorías de actos genocidas en el Estatuto de Roma y la Convención sobre el Genocidio, incluido el sometimiento deliberado a condiciones de vida calculadas para provocar la destrucción física de los palestinos y la imposición de medidas destinadas a impedir los nacimientos”.
La jefa de la Comisión, Navi Pillay, dijo en una declaración que los ataques a las instalaciones de salud reproductiva, incluidos los “ataques directos” a las salas de maternidad y la clínica de FIV, “combinados con el uso de la inanición como método de guerra, han impactado todos los aspectos de la reproducción”.
Agregó que las violaciones “no sólo han causado graves daños físicos y mentales inmediatos y sufrimiento a las mujeres y niñas, sino también efectos irreversibles a largo plazo en la salud mental y las perspectivas reproductivas y de fertilidad de los palestinos como grupo”.
Israel "rechaza categóricamente" las acusaciones
En un comunicado de prensa publicado el miércoles, la misión israelí en Ginebra dijo que su Gobierno “rechaza categóricamente las acusaciones infundadas” hechas en el informe de la comisión.
Israel acusó a la COI de instrumentalizar la violencia sexual “para avanzar su agenda política predeterminada y sesgada, haciendo retroceder la importante labor de las instituciones internacionales para combatir la perpetración de estos actos abominables como arma de guerra”.
