La orden ejecutiva del presidente Trump de hace una semana pidió que se reevaluara toda la ayuda exterior para garantizar que cumpliera con sus nuevas prioridades de política exterior.
El alcance inmediato de la orden no estaba claro, pero el viernes, según informes de prensa, el Secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, emitió una orden que suspende cualquier nueva financiación, pendiente de revisión.
Según se informa, la directiva del Departamento de Estado aclara que la financiación de los programas existentes también queda suspendida hasta que se haya revisado.
Según se informa, las únicas excepciones fueron la asistencia militar a Israel y Egipto y la ayuda alimentaria de emergencia.
Preocupación por congelamiento de ayuda
“El Secretario General toma nota con preocupación del anuncio de una pausa en la ayuda exterior de Estados Unidos”, afirma el comunicado emitido en nombre de António Guterres por su portavoz.
"El Secretario General pide que se consideren exenciones adicionales para garantizar la continuidad de las actividades humanitarias y de desarrollo esenciales para las comunidades más vulnerables de todo el mundo, cuyas vidas y medios de subsistencia dependen de este apoyo.
La declaración agregó que Guterres esperaba dialogar con la administración Trump sobre cómo se puede brindar el “apoyo al desarrollo tan necesario” a los ciudadanos del mundo en desarrollo que enfrentan los desafíos más severos.
“Estados Unidos es uno de los mayores proveedores de ayuda y Es vital que trabajemos de manera constructiva para diseñar conjuntamente un camino estratégico a seguir.”, continuó el comunicado.
El gobierno de Estados Unidos es el mayor donante de ayuda del mundo, desembolsando alrededor de 72 millones de dólares en asistencia durante 2023. También habría proporcionado más del 40 por ciento de toda la ayuda humanitaria contabilizada por la ONU durante 2024.