Esta cifra representa una aumento triple respecto a la semana anterior, cuando al menos 89 civiles perdieron la vida en medio de las hostilidades en curso. La crisis se ve agravada por intensificación de la violencia en los estados de Kordofán del Sur y Nilo Azul, donde se avecina una catástrofe humanitaria, según el Coordinador Humanitario de las Naciones Unidas para Sudán, Nkweta-Salami de clementina.
Escalada de violencia
Esta semana, el conflicto se ha intensificado a medida que los bombardeos de artillería, los ataques aéreos y los ataques con aviones no tripulados continúan devastando zonas pobladas, incluidas Jartum, Darfur del Norte y del Sur, así como Kordofán del Norte y del Sur.
La capital de Kordofán del Sur, Kadugli, ha sido testigo Al menos 80 víctimas civiles – Con informes de mujeres y niños utilizados como escudos humanos.
Mientras tanto, la amenaza de más violencia en Nilo Azul está creciendo, con informes de movilizaciones masivas para provocar el conflicto.
“El marcado aumento de las muertes de civiles pone de relieve los graves riesgos que enfrentan los civiles en medio de la El continuo fracaso de las partes en el conflicto y sus aliados a la hora de proteger a los civiles, " Portavoz del ACNUDH Dijo Seif Magango en un comunicado.
Los trabajadores humanitarios bajo amenaza
Además del creciente número de muertos, los voluntarios humanitarios también están bajo amenaza.
Los socios locales informan que algunos trabajadores humanitarios han sido acusados erróneamente de colaborar con las Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF), lo que los convierte en blanco de intimidación y violencia.
Una persona ya ha recibido una amenaza de muerte y desde que estalló el conflicto en abril de 2023, Al menos 57 miembros de una red de voluntarios local fueron asesinados.
La situación se agrava aún más por la grave escasez de suministros médicos y la creciente inseguridad alimentaria, en particular en Kordofán del Sur, donde Las tasas de desnutrición están aumentando.
Llamado urgente de protección
ACNUDH Ha instado a todas las partes implicadas en el conflicto a poner fin a los ataques indiscriminados y a la violencia dirigida contra los civiles.
“Las Fuerzas Armadas Sudanesas y las Fuerzas de Apoyo Rápido –y sus movimientos y milicias aliadas– deben respetar sus obligaciones en materia de derecho internacional y adoptar medidas concretas para proteger a los civiles de todo daño, incluidos los trabajadores humanitarios y derechos humanos defensores”, El señor Magango enfatizó.