Trece civiles murieron y 110 resultaron heridos cuando dos bombas aéreas impactaron en una instalación industrial de la ciudad meridional.
Este marcas el mayor número de víctimas que la HRMMU ha registrado desde que un edificio residencial en la ciudad de Dnipro fue atacado el 14 de enero de 2023, y el más mortífero desde que un supermercado en Kostiantynivka, región de Donetsk, fue atacado el 9 de agosto de 2024.
Murió al salir del trabajo
Los observadores visitaron el lugar del ataque en Zaporizhia, documentaron los daños y entrevistaron a las víctimas y a los testigos. Observaron daños en las instalaciones industriales, en los edificios, en los vehículos y en la carretera.
El ataque se produjo por la tarde, cuando muchos trabajadores de la planta salían al final de su turno. Muchas de las víctimas, tanto trabajadores de la planta como transeúntes, murieron o resultaron heridas en la calle o en el transporte público.
Una amenaza creciente
La HRMMU subraya el peligro que supone para los civiles el uso de bombas aéreas en zonas pobladas Ucrania.
La jefa de la misión, Danielle Bell, dijo que las bombas planeadoras aéreas se han convertido en una de las mayores amenazas para la gente en las ciudades a lo largo de la línea del frente.
“Son también una de las principales razones por las que el número de muertos y heridos en 2024 aumentó un 30% en comparación con 2023”, añadió.
Aumento de muertes
Últimos datos verificados por HRMMU, publicado El jueves, revela que al menos 2,064 civiles murieron y 9,089 resultaron heridos en 2024.
Las cifras son superiores a las de 2023, cuando 1,971 personas murieron y 6,626 resultaron heridas, un aumento debido en gran parte al mayor uso de bombas planeadoras aéreas por parte de Rusia.
Las bombas aéreas causaron 360 de los muertos y 1,861 de los heridos el año pasado, lo que supone un aumento de tres veces en las muertes y seis veces en los heridos en comparación con 2023.
Modificaciones de bombas aéreas
La HRMMU explicó que el aumento del número de víctimas civiles por bombas aéreas en 2024 es el resultado de modificaciones que permiten que estas armas planeen en lugar de caer, ampliando así su alcance para incluir ciudades más alejadas de la línea del frente, como Járkov, Sumy y Zaporizhia.
La Misión documentó por primera vez víctimas civiles a causa de este tipo de bombas planeadoras en la ciudad de Járkov a principios de 2024, en la ciudad y la región de Sumy en agosto de ese mismo año, y en la ciudad de Zaporizhia el mes siguiente.
Además, desde el 22 de septiembre, las bombas planeadoras han matado al menos a 35 civiles y herido a 308 en la ciudad de Zaporizhia, lo que representa el 78 por ciento de las víctimas allí.
Otros ataques importantes con bombas planeadoras aéreas en la ciudad incluyen uno el 6 de diciembre de 2024, cuando 10 civiles murieron y 27 resultaron heridos, incluidos tres niños, y el 7 de noviembre de 2024, cuando nueve civiles murieron y 42 resultaron heridos.
Consecuencias previsibles
La HRMMU recordó que, según el derecho internacional humanitario, una parte atacante debe tomar todas las precauciones posibles para minimizar el daño a los civiles, y el ataque del miércoles ha suscitado serias preocupaciones a este respecto.
“Era perfectamente previsible que el uso de esas armas en una ciudad durante el día provocara importantes bajas civiles”, dijo Bell. “Es difícil imaginar cómo este ataque podría cumplir con la obligación de minimizar los daños a la población civil”.