En una jornada marcada por la reflexión y la determinación, Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, se dirigió al Parlamento Europeo y se centró en cuestiones clave que afectan a Hungría, Ucrania y la Unión Europea en su conjunto. Con un tono de solidaridad y unidad, hizo hincapié en la importancia de la acción colectiva para afrontar los desafíos más acuciantes de nuestro tiempo: desde el cambio climático y la migración hasta la competitividad y la guerra en curso en Ucrania.
Las consecuencias de las condiciones meteorológicas extremas en Europa central
El discurso comenzó con von der Leyen expresando su solidaridad con Hungría y Europa Central tras las devastadoras inundaciones, que retrasaron la reunión tres semanas. Describió el clima extremo como una consecuencia del cambio climático, destacando que "en Europa Central cayó el equivalente a cinco meses de lluvia". Europa en sólo cuatro días”. La magnitud de las inundaciones no tuvo precedentes y causó destrucción de monumentos, cultivos e industrias en toda la región, particularmente en Budapest.
Sin embargo, en medio de esta devastación, von der Leyen La presidenta de la Comisión Europea aplaudió la resiliencia del pueblo húngaro: “En estas tres semanas, hemos visto al pueblo de Hungría arremangarse y ayudarse mutuamente”. Subrayó que Europa estaría al lado de Hungría y afirmó: “La Unión Europea está ahí para el pueblo de Hungría en esta emergencia y más allá”. La Comisión Europea ya había movilizado sus satélites Copernicus para ayudar en las labores de rescate, y se animó a Hungría a acceder al Fondo de Solidaridad de la UE para reconstruir.
Apoyo a Ucrania durante su invierno más duro
Von der Leyen centró su atención en Ucrania, un país que se encamina hacia su tercer invierno de guerra con Rusia. La situación ha empeorado a medida que Rusia continúa con sus ataques, lanzando más de 1,300 drones sobre ciudades ucranianas solo en el último mes, apuntando a infraestructura energética esencial y causando una destrucción generalizada. En una poderosa reprimenda a quienes minimizan la agresión de Rusia, von der Leyen preguntó: "¿Alguna vez culparían a los húngaros por la invasión soviética en 1956? ¿Alguna vez culparían a los checos o eslovacos por la represión soviética de 1968?". Enfatizó que el pueblo ucraniano es luchador por la libertad, al igual que los héroes que liberaron a Europa Central y Oriental. Europa del dominio soviético.
La respuesta de Europa a la guerra es inquebrantable. Von der Leyen anunció que la UE, junto con el G7, había prometido 50 millones de euros para Ucrania, de los cuales 35 millones de euros se destinarían a préstamos para apoyar el presupuesto nacional del país. Lo más importante es que estos préstamos se devolverían utilizando los beneficios extraordinarios de los activos rusos inmovilizados. "Estamos haciendo que Rusia pague por el daño que ha causado", afirmó, haciendo hincapié en el apoyo continuo de Europa a Ucrania "durante este invierno y durante el tiempo que sea necesario".
Mejorar la competitividad europea
La siguiente prioridad del discurso de von der Leyen se centró en mejorar la competitividad europea. Hizo referencia al informe Draghi, que proporciona una hoja de ruta para fortalecer el futuro económico de la UE. La principal preocupación planteada fue la “brecha de innovación” entre Europa y otras grandes economías, en particular en el espacio digital. “Demasiadas de nuestras empresas innovadoras tienen que mirar a Estados Unidos o Asia para financiar su expansión”, señaló, señalando que, si bien los hogares europeos tienen 300 millones de euros en ahorros, gran parte de ellos se invierten fuera del continente.
Von der Leyen propuso una solución: la creación de una unión de ahorro e inversión, destinada a eliminar las barreras que impiden a las empresas expandirse a través de las fronteras europeas. Para impulsar la competitividad, sugirió una reducción de las cargas regulatorias, especialmente en sectores como las finanzas y las tecnologías digitales.
Sin embargo, la presidenta adoptó una postura firme contra las políticas actuales de Hungría, criticando al gobierno húngaro por sus prácticas discriminatorias hacia las empresas europeas. Se preguntó cómo Hungría podría aspirar a atraer inversiones cuando impone restricciones arbitrarias a las exportaciones, impuestos discriminatorios y permite que florezca la corrupción en los contratos públicos. "Esto crea incertidumbre y socava la confianza de los inversores", advirtió, señalando que el PIB per cápita de Hungría se ha quedado atrás del de sus vecinos de Europa central.
Descarbonización y seguridad energética
Von der Leyen también abordó la cuestión de la descarbonización, una parte fundamental del camino de Europa hacia la sostenibilidad. En vista de la guerra en curso, recordó al Parlamento la promesa hecha por los 27 líderes de la UE en Versalles de diversificar su producción y dejar de depender de los combustibles fósiles rusos. “Mil días después, Europa se ha diversificado de hecho”, declaró, y la mitad de la generación de electricidad de Europa ahora proviene de fuentes de energía renovables. Sin embargo, condenó a los Estados miembros que todavía dependen de los combustibles fósiles rusos, afirmando inequívocamente que “Rusia ha demostrado una y otra vez que simplemente no es un proveedor confiable”.
Su mensaje fue claro: la seguridad energética es sinónimo de seguridad europea. Europa debe continuar su transición hacia una energía limpia y autóctona, creando empleos dentro de la UE en lugar de enviar dinero a Rusia.
Migración: un desafío para Europa
La migración siguió siendo un tema clave en el discurso de von der Leyen. Reconociendo que se trata de un “desafío europeo que requiere una respuesta europea”, destacó la importancia de implementar el Pacto sobre Migración y Asilo recientemente adoptado. La UE ya está trabajando con los Estados miembros en sus fronteras exteriores, pero von der Leyen expresó su preocupación por el enfoque de Hungría en la cuestión de la migración. Señaló que las autoridades húngaras habían liberado a contrabandistas y traficantes condenados de la prisión antes de que cumplieran sus sentencias, lo que socavó los esfuerzos europeos para combatir la migración ilegal. “Esto no es luchar contra la migración ilegal en Europa. Esto no es proteger a nuestra Unión”, criticó.
Además, von der Leyen destacó los riesgos de seguridad que plantea el sistema de visados de Hungría, que permite a los ciudadanos rusos entrar en la UE sin los controles de seguridad adecuados. También cuestionó la decisión del gobierno húngaro de permitir que la policía china opere dentro de sus fronteras, y describió estas acciones como amenazas a la soberanía europea.
Un llamado a la unidad europea
Von der Leyen concluyó su discurso con un enérgico llamamiento a la unidad europea, recordando las palabras del primer ministro Viktor Orbán en 2011, cuando Hungría ocupó por primera vez la presidencia del Consejo de la UE: “Seguiremos los pasos de los revolucionarios de 1956. Tenemos la intención de servir a la causa de la unidad europea”. Reafirmando que “Europa debe permanecer unida”, se dirigió directamente al pueblo húngaro y dijo: “Vuestra historia es nuestra historia. Vuestro futuro es nuestro futuro. 10 millones de húngaros son 10 millones de buenas razones para seguir dando forma a nuestro futuro juntos”.
En este momento crítico para Europa, el discurso de von der Leyen sirvió como advertencia y como recordatorio de los valores que unen a la Unión Europea: solidaridad, unidad y un compromiso compartido con la libertad y la democracia.