De acuerdo a una informe publicado Por parte de la Organización de Estados Americanos (OEA), el Departamento de Cooperación y Observación Electoral (DECO) afirmó que el resultado de las elecciones presidenciales venezolanas celebradas el 28 de julio de 2024 no es aceptable. El informe, dirigido al Secretario General de la OEA, Luis Almagro, detalla irregularidades y problemas estructurales que afectaron el proceso de votación poniendo en duda la credibilidad de las elecciones.
Resultados electorales y reacciones inmediatas
El Consejo Nacional Electoral (CNE) declaró a Nicolás Maduro como ganador de las elecciones al obtener el 51.2% de los votos, mientras que su principal rival, Edmundo González, obtuvo el 44.2%. Sin embargo, según el informe de la OEA, existen diferencias entre estas cifras oficiales y evaluaciones independientes como encuestas a pie de urna y verificaciones ciudadanas que mostraron una clara ventaja para González.
El anuncio del CNE se realizó más de seis horas después del cierre de los colegios electorales, sin brindar un desglose detallado de los resultados ni permitir el acceso a las actas oficiales. El informe critica al CNE por calificar los resultados de “irreversibles” a pesar de errores matemáticos y falta de transparencia.
Intimidación y represión sistemáticas
El reciente informe de la Organización de Estados Americanos (OEA) revela un plan orquestado por el gobierno de Maduro para perturbar el proceso electoral mediante el uso de tácticas como infundir miedo, opresión política y descalificar a los contendientes de la oposición. Es preocupante el caso de María Corina Machado, una destacada líder de la oposición a quien se le prohibió participar a pesar de ganar las elecciones primarias, una medida que muchos perciben como motivada políticamente.
Antes de las elecciones, el informe documentó más de 135 detenciones arbitrarias, muchas de ellas contra personas afiliadas a la oposición. El aire estaba cargado de aprensión marcada por casos de violencia, desapariciones forzadas y acoso dirigido a partidarios de partidos opuestos. El mismo día de las elecciones hubo informes de incidentes de intimidación, como avistamientos de facciones gubernamentales cerca de los lugares de votación.
Falta de transparencia y acceso observacional
El informe de la OEA subraya la importancia de la transparencia en las elecciones y señala que el CNE impidió a ambos observadores internacionales monitorear eficazmente los procedimientos electorales. Si bien el CNE concedió el estatus de observador a unas pocas organizaciones de la sociedad civil, se les negó el acceso a misiones de observación electoral como la Unión Europea y el Centro Carter.
Además, el informe destaca que el CNE negó la entrada a los testigos de la oposición en los colegios electorales, lo que contribuyó a una disminución de la confianza en el proceso electoral. A pesar de estos obstáculos, los observadores locales comprobaron que había testigos de la oposición en el 90% de los colegios electorales.
Manipulación electoral y clientelismo
El informe detalla cómo la administración de Maduro utilizó recursos gubernamentales para obtener una ventaja en de las elecciones, como ofrecer ayuda a cambio de respaldo político. Esta táctica, junto con la ausencia de normas sobre financiación de campañas, resultó en una ventaja injusta para el partido gobernante.
Además, el informe de la OEA planteó preocupaciones sobre la falta de autonomía dentro del CNE y destacó que sus miembros tienen vínculos con el gobierno de Maduro. Esta situación socavó la credibilidad de la comisión electoral. Plantear dudas sobre su capacidad para supervisar elecciones imparciales y transparentes.
Llamado a la rendición de cuentas
Basándose en la evidencia de irregularidades, la OEA ha determinado que los resultados oficiales de las elecciones presidenciales venezolanas carecen de credibilidad y no deben reconocerse como un reflejo de los principios democráticos. El informe enfatiza la necesidad de transparencia en la divulgación de los registros de votación e insta a medidas globales de rendición de cuentas contra las acciones del gobierno de Maduro.
En medio de las protestas en Venezuela tras el resultado de las elecciones, las conclusiones de la OEA subrayan la lucha en curso por la democracia dentro de la nación. La población venezolana, que mostró dedicación al ejercicio de sus libertades democráticas, ahora enfrenta un futuro incierto a medida que la autoridad gubernamental se fortalece y se reprime la disidencia.