La Conferencia de Iglesias Europeas (CEC) emitió un comunicado condenando el ataque ruso al hospital infantil Ohmatdet en Kiev. Su presidente actualmente es el arzobispo de Tiatira y Gran Bretaña Nikitas (Patriarcado Ecuménico).
El texto afirma que “… la CCA condena inequívocamente el horrible ataque de las fuerzas rusas contra el hospital infantil Okhmatdet en Kiev. Este acto horrendo, dirigido contra los miembros más vulnerables de la sociedad, constituye un crimen de guerra y una grave violación del derecho internacional y los principios humanitarios. El ataque es un crudo recordatorio de los horrores de esta guerra y del sufrimiento de los ucranianos.
Como asamblea de la iglesia, condenamos toda forma de violencia y agresión. La enseñanza de Cristo nos llama a amar a nuestro prójimo, proteger a los inocentes y luchar por la paz. El brutal ataque a un hospital infantil contrasta marcadamente con estos valores fundamentales. Como parte de la iniciativa Caminos hacia la paz de la CCA, enfatizamos la necesidad urgente de un alto el fuego frente a tales atrocidades. El camino hacia una paz justa y duradera requiere poner fin a la agresión violenta con la retirada del ejército invasor y el cumplimiento del derecho internacional y derechos humanos. Este es el camino hacia una paz sostenible.
Hacemos un llamado a los políticos y líderes eclesiásticos para que responsabilicen a la Federación Rusa por sus acciones. La responsabilidad no sólo recae en los líderes políticos, sino también en las comunidades religiosas que deben hablar contra la injusticia y trabajar por la curación y el apoyo a los afectados. El Consejo Ucraniano de Iglesias y Organizaciones Religiosas responsabiliza con razón a la Iglesia Ortodoxa Rusa, que apoya categóricamente la agresión de la Federación Rusa contra Ucrania, incita a la enemistad interétnica e interconfesional y predica la ideología impía del "mundo ruso".
Alentamos a todos los gobiernos europeos a proporcionar la ayuda y el apoyo necesarios para Ucrania, garantizando que la ayuda humanitaria llegue a quienes la necesitan y que se establezca una paz duradera.
En estos tiempos difíciles, apoyamos a nuestros hermanos y hermanas ucranianos en oración por el fin de la violencia y el amanecer de la paz. Que la gracia y la compasión de Dios nos guíen a todos en nuestros esfuerzos por apoyar y elevar a quienes sufren en este conflicto”.
La Conferencia de Iglesias Europeas fue la primera organización religiosa cristiana que respondió al estallido de la guerra en 2022. El entonces presidente de la CCA, Dr. Christian Krieger, se dirigió al patriarca ruso Kirill y dijo: “Su silencio decepciona y asusta”.
La CCA se creó en 1959, durante la Guerra Fría, y tiene su sede en Ginebra, así como oficinas de representación en Bruselas y Estrasburgo. Son miembros de la organización 126 iglesias ortodoxas, protestantes, anglicanas y católicas antiguas de todos los países europeos, así como 43 organizaciones que tienen el estatus de miembros asociados. La Iglesia Católica Romana no es miembro de la CCA, pero desde 1964 coopera activamente con la organización. En 1997-1998, la Iglesia Ortodoxa Búlgara y la Iglesia Ortodoxa Georgiana, por decisión de sus sínodos, cancelaron su membresía en esta organización, así como en el Consejo Mundial de Iglesias.