La Unión Europea (UE) y Nueva Zelanda han firmado oficialmente un innovador acuerdo de libre comercio (TLC) que tiene un inmenso potencial para el crecimiento económico y la sostenibilidad. Se espera que este acuerdo histórico genere ganancias significativas para la UE, reduciendo aproximadamente 140 millones de euros en aranceles para las empresas de la UE anualmente desde el primer año de implementación. Con un crecimiento estimado de hasta el 30 % en el comercio bilateral dentro de una década, el TLC podría impulsar las exportaciones anuales de la UE hasta en 4.5 millones de euros. Además, la inversión de la UE en Nueva Zelanda tiene el potencial de aumentar hasta en un 80 %. Este acuerdo histórico también se destaca por sus compromisos de sostenibilidad sin precedentes, incluido el respeto por el Acuerdo Climático de París y los derechos laborales fundamentales.
Nuevas Oportunidades de Exportación y Ventajas Comerciales:
El TLC UE-Nueva Zelanda abre nuevos horizontes para empresas de todos los tamaños. Elimina todos los aranceles sobre las exportaciones de la UE a Nueva Zelanda, ampliando el acceso al mercado y el potencial comercial. El acuerdo se centra específicamente en sectores clave como los servicios financieros, las telecomunicaciones, el transporte marítimo y los servicios de entrega, lo que permite a las empresas de la UE acceder al mercado de servicios de Nueva Zelanda. Ambas partes han garantizado un trato no discriminatorio para los inversores, mejorando las perspectivas de inversión y fomentando un entorno empresarial propicio.
El acuerdo también mejora el acceso a los contratos de contratación pública de Nueva Zelanda para las empresas de la UE, lo que facilita el comercio de bienes, servicios, obras y concesiones de obras. Agiliza los flujos de datos, establece reglas predecibles y transparentes para el comercio digital y garantiza un entorno en línea seguro para los consumidores. Al evitar requisitos de localización de datos injustificados y mantener altos estándares de protección de datos personales, el acuerdo promueve el comercio digital y la privacidad.
Impulso al Comercio Agropecuario y Alimentario:
El sector agrícola y alimentario se beneficiará significativamente del TLC UE-Nueva Zelanda. Los agricultores de la UE obtienen acceso inmediato al mercado de Nueva Zelanda, ya que los aranceles sobre exportaciones clave como la carne de cerdo, el vino, el chocolate, los dulces y las galletas se eliminan desde el primer día. Además, el acuerdo salvaguarda la protección de casi 2,000 vinos y licores de la UE.
Además, garantiza la protección de 163 productos tradicionales de la UE conocidos como Indicaciones Geográficas, incluidos artículos icónicos como los quesos Asiago y Feta, el mazapán Lübecker y el jamón Istarski pršut. Sin embargo, los sectores agrícolas sensibles como los lácteos, la carne de res, la carne de ovino, el etanol y el maíz dulce se han abordado mediante disposiciones que limitan la liberalización del comercio. Los contingentes arancelarios permitirán importaciones limitadas desde Nueva Zelanda con aranceles reducidos o nulos, salvaguardando los intereses de los productores de la UE.
UE-Nueva Zelanda asumen compromisos sin precedentes con la sostenibilidad:
El TLC UE-Nueva Zelanda establece nuevos estándares para los compromisos de sostenibilidad en los acuerdos comerciales. Integra el enfoque integral de la UE para el comercio y el desarrollo sostenible, haciendo hincapié en el crecimiento económico verde y justo. El acuerdo incorpora ambiciosos compromisos comerciales y de desarrollo sostenible, que cubren una amplia gama de temas.
Incluye un capítulo dedicado a los sistemas alimentarios sostenibles, que destaca la importancia de las prácticas agrícolas ambientalmente responsables. Además, el acuerdo presenta una disposición sobre comercio e igualdad de género, con el objetivo de promover el crecimiento inclusivo. En particular, aborda el tema de los subsidios a los combustibles fósiles relacionados con el comercio, lo que demuestra un compromiso con la responsabilidad ambiental. El TLC también facilita la liberalización de bienes y servicios ambientales, promoviendo tecnologías y soluciones verdes.
Próximos pasos y perspectivas futuras:
El TLC UE-Nueva Zelanda ahora está esperando la aprobación del Parlamento Europeo. Una vez que el Parlamento aprueba el acuerdo, el Consejo puede adoptar la Decisión sobre la celebración. Una vez finalizado el proceso de ratificación tanto en la UE como en Nueva Zelanda, el acuerdo entrará en vigor, abriendo una nueva era de cooperación económica y prosperidad.
Este acuerdo subraya el compromiso de la UE con un enfoque comercial abierto y fortalece su participación en la región del Indo-Pacífico. La presidenta Ursula von der Leyen expresó optimismo con respecto al TLC, enfatizando la importancia de Nueva Zelanda como socio clave en la región del Indo-Pacífico. Destacó las grandes oportunidades que ofrece el acuerdo para las empresas, los agricultores y los consumidores de ambas partes, al promover un crecimiento equitativo y sostenible al tiempo que mejora la seguridad económica de Europa.
Conclusión:
El acuerdo de libre comercio UE-Nueva Zelanda representa un hito innovador en las relaciones comerciales internacionales. Al forjar lazos económicos más profundos, este TLC allana el camino para un mayor comercio, inversión y colaboración. Su énfasis en la sostenibilidad y la adhesión a los compromisos globales ejemplifican aún más la dedicación de la UE a las prácticas comerciales responsables.
A medida que el acuerdo avanza hacia la ratificación, sirve como testimonio del poder de las alianzas internacionales para fomentar el crecimiento económico y la sostenibilidad. La UE y Nueva Zelanda han dado un fuerte ejemplo, demostrando que el comercio puede ser una fuerza para el cambio positivo al mismo tiempo que promueve la prosperidad compartida y un futuro más verde.